
Uno de los grandes perjudicados han sido los cines, como vimos en la publicación anterior, de los rotativos de una sala con un proyector y muy poca gente pero conocida ya no se sabe nada, ahora la experiencia de ir al cine es en una sala gigante con muchos empleados que cambian a cada semana y donde parece que a nadie le interesa ni la película, ni tus emociones, ni nada de lo que antes hacía una tarde en el cine agradable.

Poco más de 10 años luego de instalarse el cine hoyts huérfanos, deciden cerrarlo porque ya no cumple con las expectativas de la multinacional, son muy pocas salas, o sea esta viejo, hay que destruirlo y hacer uno nuevo más grande y tecnológico. Parece ser que para la gente de hoy la ciudad debe ir cambiando cada 10 años porque si no se vuelve vieja, subdesarrollada, pero ¿Qué pasa con la historia?, una ciudad no se construye por lo que tiene, si por lo que hace, por su valor humano y no por su valor económico.
Esta nueva sociedad no valora todas las cosas ya mencionadas, pero sé que habemos muchos que si lo hacemos y somos también los que sufrimos cuando destruyen este tipo de cosas. Para finalizar me gustaría hacer un llamado a toda esa gente, no a protestar, ni vivir reclamando, solo pido que llenemos las salas del cine arte normandie, gran palace y de todos esos pequeños espacios con memoria de la ciudad, para evitar que desaparezcan como ha pasado antes y como prometen que seguirá pasando si no levantamos con interés estos monumentos.